miércoles, 6 de agosto de 2008

Mi aventura de ser maestra

A leer el texto de José Manuel Esteve me traslade a aquellos primeros días de práctica docente con alumnos reales en una situación real y a aquellas prácticas de pares cuando estudiábamos en la facultad el cómo enseñar. Ninguna práctica de pares se compara a las mil y una cosas a las que los docentes se enfrentan al entrar a un aula.

El servicio

Coincido totalmente en que esta profesión es una labor de servicio, estamos al servicio de nuestros alumnos para compartir, aprendizajes y enseñanzas, y vaya que si los alumnos que he tenido a lo largo de estos años me han enseñado el quehacer docente.
La humildad que se cita en el texto debiera ser una característica intrínseca del docente, no conozco a nadie que posea todo el conocimiento, ni todos los saberes de alguna disciplina, como docentes debemos reconocer que no somos bibliotecas ambulantes, ni diccionarios enciclopédicos, somos solo seres humanos en proceso de aprendizaje también, solo que con algunos saberes más que nos permiten estar frente a ellos para compartir eso que hemos tenido la fortuna de conocer, quizá de entender y hasta de crear.
Mis alumnos saben de antemano lo anterior así que cuando llegan a preguntar alguna palabra o expresión que desconozco, consultamos un diccionario. De hecho este momento me sirve como pretexto para enseñarles a usar y reconocer las abreviaturas o presentación de los diccionarios bilingües.
El estar dispuestos a escuchar sus inquietudes, sus preguntas y podérselas explicar con palabras comprensibles, que les permitan entender eso que les inquieta y de ser honestos y reconocer que aquello que preguntan quizá no lo conozco pero que podemos investigarlo juntos manifiesta la humildad del que se sabe aprendiz permanente del conocimiento.
La comunicación

Es cierto que un profesor es un comunicador, “es el intermediario entre la ciencia y los alumnos”, como lingüista he podido percibir que el uso del lenguaje en las aulas especialmente de los docentes de las ciencias exactas impide muchas veces la comprensión de los tópicos. En mi caso, en la enseñanza del idioma inglés el problema de comunicación es cotidiano, por ello, sobre todo en los niveles básicos, tiendo a utilizar una gran cantidad de cognados, así se habitúan a escuchar el idioma y pierden el miedo para entender y hablar ocupando esta segunda lengua.
El uso del español no esta prohibido, pero conforme avanzan los niveles su uso se restringe un poco. Sin embargo el aprender otro idioma siempre te pone de frente a tu lengua materna y muchas veces aprendes más de tu propio idioma al incorporar otra u otras mas. En las revisiones de libretas, cuando ocupan el español para escribir los significados o algunas notas suelen cometer errores ortográficos los cuales corrijo por que es parte de la formación.
Procuro que vean el idioma como una herramienta más de conocimiento, útil para la continuación de sus estudios o para su incorporación al mercado laboral cualquiera que sea su futuro.
Contenidos y niveles

Esteve es como cualquiera de nosotros, nos quejamos casi siempre por el nivel de conocimientos de los alumnos que recibimos en nuestra asignatura, a mi me tomó algunos semestres aceptar con humildad que algunos de mis colegas no tenían la formación en la enseñanza del inglés pero que hacían su mejor esfuerzo por enseñar.
Ahora planeo mis clases de nuevos grupos previendo el modificar o adecuar los contenidos de mi secuencia al conocer al grupo. Esa es una de las ventajas que he encontrado con el uso de secuencias didácticas, estas planeaciones finalmente no son tan rígidas como las dosificaciones que antaño se elaboraban en mi centro educativo.
Si bien la cantidad de contenidos varia de una asignatura a otra, es cierto que nosotros no podremos darles todo el conocimiento existente de la asignatura que impartimos, por lo tanto debemos tener claro que los alumnos no son un receptáculo de conocimiento inerte Esteve menciona que lo único que en realidad importa es ayudarles a comprenderse a si mismos y a entender el mundo que les rodea.
Esta concepción idealista que coincido con el autor debiera ser nuestro objetivo, desafortunadamente se enfrenta a las cuestiones de tipo administrativo ya que los seguimientos de la actividad docente se miden a través de pruebas de conocimientos y no de habilidades. Sin embargo creo que sí podemos llegar a un punto medio entre las dos concepciones y así disfrutar lo que se explica, lo que se comparte.
Mi identidad profesional

Humildemente debo reconocer que el ser docente me ha llenado de satisfacción, es increíble hacer algo que te gusta y que además te paguen por hacerlo. No es una profesión fácil por que en tus manos, tus actitudes, tus palabras tienes la vida, la integridad y los saberes de otro ser humano, por lo menos lo que a ti te toca desde la trinchera donde te ubiques.
Ir formando mi identidad ha tomado tiempo, altibajos, sacrificios, experimentaciones de ensayo y error pero siento que a través del tiempo me he ido ganando “la libertad de ser maestro” (Esteve), esa libertad de sentir seguridad al estar frente a un grupo, el saber como manejar a los alumnos dependiendo de la actividad, el humor de los alumnos y hasta del clima. Esa libertad que el autor menciona de seguir experimentando en la planeación, presentación o uso de materiales y técnicas, he llegado a disfrutar cada fracaso en las presentaciones para encontrar la forma de corregirlos, esto me mantiene alerta, me mantiene viva.
El estar en contacto con otro ser humano es una bendición por que me permite estar en contacto con mi propio ser, cuando hablo con los alumnos que presentan deficiencias y me entero de sus problemas me ubico en la realidad del contexto de mi trabajo y la humildad hace su aparición. El contacto con los alumnos nos mantiene pegados a la realidad, y el saber que lo que tú les puedes compartir quizá les ayude a que su realidad se modifique, es ahí donde sabes que vale la pena tu trabajo y tu quehacer de todos los días.
Aún quedan muchas cosas por aprender, de nosotros mismos, de los alumnos, del mundo, de nuestro quehacer docente, por eso estoy aquí en este diplomado, Esteve dice: “La renovación pedagógica es una forma de encontrarme vivo en la enseñanza”, y como lo mencione anteriormente los docentes somos aprendices permanentes del conocimiento.

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